LITIASIS VESICULAR (1ª. Parte)
Comencemos explicando primeramente a cerca de la anatomía de
la vesícula biliar, ésta es una bolsa pequeña que mide aproximadamente 5 a 7
centímetros y se encuentra ubicada debajo de la última costilla derecha en la
parte delantera del cuerpo humano, contiene la bilis que nos sirve para la
digestión alimenticia y su coloración (de la bilis) es amarilla y es la que da
el color amarillento de la materia fecal, eliminamos aproximadamente entre un
litro a litro y medio cada día, dependiendo de nuestra alimentación, es decir
que eliminamos la bilis cada que comemos, asimismo ayuda o facilita el tránsito
intestinal, nos sirve para “concentrar” la bilis que viene del hígado y
eliminarla con mayor facilidad cuando la requerimos, ésta eliminación se
realiza por un tubo que es exclusivamente de la vesícula
SÍNTOMAS.- Las litiasis vesiculares generalmente son asintomáticas,
es decir que no dan síntomas, muchísimas veces acudimos a consulta por un dolor
abdominal y el facultativo le solicita una ecografía descubriéndose
accidentalmente un cálculo, muchas veces el dolor abdominal es causada o se
debe a una gastritis y todos pensamos que es un problema de vesícula, los
cálculos más problemáticos son los pequeños es decir los que miden alrededor de
8 centímetros y es precisamente la dimensión de la “tubería” por donde sale la
bilis, es decir que ese cálculo tiene la posibilidad de obstruirse y no poder
ser eliminado por la vesícula, de ésta manera tapona el conducto y trae todos
los síntomas que se describen a continuación, dolor intenso en dicho lugar
abdominal, la materia fecal es de coloración “blanca sucia”, como no puede
eliminarse o expulsarse la bilis, ésta es reabsorbida por la sangre entonces
cambia el color de la piel, haciéndose más amarillenta, conjuntamente la
coloración de los ojos (las conjuntivas) toma más rápidamente este tinte amarillento,
ésta coloración amarillenta se denomina ICTERICIA, debemos diferenciarla de
otra enfermedad en la que también adquirimos dicha coloración amarillenta y es
en la HEPATITIS pero es fácil darse cuenta la que en la hepatitis no hay dolor,
en cambio en la obstrucción por un cálculo, el dolor es extremo y el subsanar
quirúrgicamente la obstrucción se hace imprescindible, caso de no hacerlo se
produce un patología denominada KERNICTERUS donde el paciente pierde el
conocimiento irremediablemente es decir que no vuelve a recobrar la conciencia
aún se opere y desobstruya la obstrucción.
Sin embargo, es necesario realizar y ratificar el diagnóstico
mediante una ecografía inmediata donde se podrá apreciar la obstrucción del
conducto de drenaje, ese estudio nos especificará si se trata de un cálculo
único o si son varios cálculos, además nos dirá el tamaño de los cálculos.
Todo lo señalado anteriormente es cuando el cálculo obstruye
el conducto de drenaje, cuando no se produce la obstrucción, es decir si
hablamos de un cálculo de mayor dimensión que no pueda penetrar en el conducto
no presentará ningún síntoma y la persona podrá vivir casi sin síntomas
molestos hasta su vejez como se ha observado en algunos pacientes.
La próxima semana hablaremos sobre el tratamiento de la
litiasis vesicular.
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